Graus (Huesca)
4000 habitantes
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Graus es la capital de la comarca de Ribagorza, uno de los antiguos condados que formaron el Reino de Aragón. Nuestra villa cuenta entre sus calles y plazas con un excepcional patrimonio que le confirió en 1975 la declaración de Conjunto Histórico-Artístico. En pleno Pirineo aragonés su ubicación en la confluencia de los ríos Ésera e Isábena han hecho de nuestra población cruce de caminos y lugar de tránsito de pobladores diversos y distantes en el tiempo, como lo prueba el cercano yacimiento de Forcas, junto al puente de abajo, que remonta a la prehistoria la actividad humana en la comarca. También romanos y árabes dejaron su huella en estos parajes de naturaleza salvaje, pero fue a partir del medievo cuando la villa de Graus comenzó su auténtico desarrollo.
El Barrichós (barrio de chos o de Abajo), núcleo primitivo de la población, aún conserva restos de la muralla que antaño cercaba la villa. Las puertas de Chinchín, Linés y el Barón dan cuenta de ello, abriendo el casco histórico al visitante. Plazuelas y estrechos callejones llevan desde el portal de Linés o Benasque hasta el de Chinchín o Barbastro, con la calle San Vicente Ferrer como corazón del casco antiguo. En el camino se dejan a uno y otro lado espléndidas casas nobiliarias como las de Oliván, Esmir, Fantón o la Mansión de los Mur, escenario de una romántica leyenda medieval.
La Plaza Mayor de la villa es, probablemente, una de las más bellas y llamativas de Aragón. Rodeada de soportales aún mantiene cierto sabor medieval. La Casa Consistorial, con arquería en ladrillo mudéjar al más puro estilo renacentista aragonés, data del siglo XVI. Conviven con ella, además de la neoclásica Casa Bardaxí, dos edificios del siglo XVIII verdaderamente admirables: la Casa del Barón y la Casa de Heredia, con curiosas pinturas alegóricas en sus fachadas.
La arquitectura religiosa de Graus merece, al igual que sus casas solariegas, una mención especial. La Iglesia de San Miguel, originalmente románica, ha sido remodelada con el transcurso de los siglos. En su interior se conserva el crucifijo del Santo Cristo que San Vicente Ferrer donara a la villa tras su visita de principios del siglo XV, y en cuyo honor se celebran las Fiestas Patronales del 12 al 15 de septiembre, declaradas de Interés Turístico Nacional.
Sin embargo el edificio religioso más emblemático de Graus es la Basílica de la Virgen de la Peña, de estilo gótico-renacentista. Levantada bajo la Peña del Morral, se ha erigido en símbolo indudable del pueblo, con sus magníficos portada y claustro desde el que se abre un espectacular mirador de los valles del Ésera e Isábena. De la basílica parte un camino interpretativo de la naturaleza que lleva hasta la ermita de San Pedro, objeto de una romería en primavera. En la vieja hospedería de la basílica también se puede visitar un interesante Museo de Iconos. Museo e iglesia se unen nuevamente en la antigua iglesia de la Compañía, importante edificio barroco que acoge al Espacio Pirineos, un centro de interpretación y documentación sobre el Pirineo.